miércoles, 22 de julio de 2015

Maria en el Nuevo Testamento 

LA PRUEBA BÍBLICA DE LA ASUNCIÓN CORPORAL DE MARÍA A LOS CIELOS Y SU REALEZA EN EL CIELO
La Iglesia católica enseña que, después de su curso de vida en la tierra, la Santísima Virgen María fue asunta en cuerpo y alma al cielo. Su cuerpo no permaneció en la tumba ni sufrió la corrupción de la carne, porque esto es un castigo por el pecado original, que ella no tenía. Puesto que ella estaba exenta de todo pecado original, y fue el Arca privilegiada, María fue llevada directamente al cielo en cuerpo y alma. Ese es el llamado dogma de la Asunción corporal de María.
Los no católicos dicen que no hay evidencia en la Biblia de la Asunción de María. Por el contrario, nos encontramos con una descripción de ello en Apocalipsis capítulo 12.

Apocalipsis 12, 1: “Apareció en el cielo una señal grande, una mujer vestida de sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre la cabeza una corona de doce estrellas”.







EL CRITERIO DE PABLO RESPECTO A MARÍA
Hay una sola referencia más a María en el Nuevo Testamento. Está en Gálatas 4:4: "…Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley…". Para Pablo, asimismo, la madre de Jesús correspondía a la categoría del antiguo pacto. Pero para Pablo, Jesús vino a redimir a aquellos que "estaban bajo la ley" y a instituir una nueva relación entre los hombres y Dios. En consecuencia, María no tiene papel alguno en la teología de Pablo. Como si fuera para continuar el pensamiento de Juan 19:27, Pablo declara osadamente: "…y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así (2 Corintios 5:16). Esta sola declaración paulina sintetiza la actitud evangélica general hacia María conforme la presenta el Nuevo Testamento: nosotros los cristianos ya no conocemos a Jesús como el hijo de María, porque el nuestro es el Cristo resucitado y exaltado.

Esta es, entonces, la figura de María en las páginas del Nuevo Testamento. Que esta figura es una esencialmente fiel y exacta, está apoyada por el hecho de que la iglesia primitiva tenía la misma figura de María.



EL RECHAZO DE MARÍA POR JESÚS
La tercera clase de pasajes del Nuevo Testamento que tratan de María presentan, el rechazo, por parte de Jesús, de cualquier título especial que su madre pudiera tener sobre Él. En verdad, estos pasajes niegan cualquier relación especial de María con Él en un plano espiritual.

El primero entre estos pasajes es la declaración de Jesús respecto a sus verdaderos familiares, en Marcos 3:31-35 y sus paralelos: "…¡quién es mi madre y mis hermanos? Y mirando a los que estaban sentados alrededor de Él dijo: He aquí mi madre y mis hermanos, porque todo aquel que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre".





MARIA MADRE DE DIOS 

Dios anuncia la llegada del Mesías y que va a ser el hijo de una joven doncella: "la doncella quedará encinta y dará a luz un hijo, y lo llamará con el nombre de Emanuel." El nombre Emanuel significa "Dios con nosotros". Isaías nos revela algo más sobre esta virgen:

Isaías 11, 1-5 — Saldrá una rama del tronco de Jesé y un retoño brotará de sus raíces. Sobre él reposará el Espíritu del Señor: espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de ciencia y de temor del Señor –y lo inspirará el temor del Señor. Él no juzgará según las apariencias ni decidirá por lo que oiga decir: juzgará con justicia a los débiles y decidirá con rectitud para los pobres del país; herirá al violento con la vara de su boca y con el soplo de sus labios hará morir al malvado. La justicia ceñirá su cintura y la fidelidad ceñirá sus caderas.

Esta profecía confirma el hecho de que la virgen que dará a luz al Mesías. Al principio de la historia de Israel, Jacob ya había profetizado que el Mesías vendrá (Génesis 49, 10). Aquí Isaías comienza a revelar el papel de la Madre del Mesías. Finalmente, en el Nuevo Testamento se hace la conexión en el Evangelio de San Mateo:

Mateo 1, 18-25 — Este fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto. Mientras pensaba en esto, el ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: "José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados". Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el profeta: "La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel", que traducido significa: "Dios con nosotros". Al despertar, José hizo lo que el ángel del Señor le había ordenado: llevó a María a su casa, y sin que hubieran hecho vida en común, ella dio a luz un hijo, y él le puso el nombre de Jesús.



"La virgen María es madre de Dios y de los hombres"



martes, 21 de julio de 2015

"La Biblia relata la historia de la Virgen María en ambos, el Nuevo y el Antiguo Testamento. En el Antiguo Testamento leemos acerca de Nuestra Bendita Madre en las profecías y modelos proféticos que Dios ha usado para enseñarnos acerca de ella"



Maria en el antiguo testamento:





LA BIBLIA ENSEÑA QUE ADÁN, EL PRIMER HOMBRE, FUE EL TIPO DE JESUCRISTO



Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre. Adán fue sólo un hombre. Sin embargo, la Biblia dice que Adán fue un tipo de aquel que habría de venir, Jesucristo.

Adán sumergió al mundo en el pecado; Cristo vino a redimir al mundo del pecado de Adán. Adán pecó por su desobediencia en el árbol de la ciencia del bien y del mal; Cristo redimió al mundo por su obediencia y sacrificio en el árbol de la cruz. Esa es la razón de por qué la Biblia dice que Cristo es el nuevo o segundo o último Adán. Él vino a deshacer lo que hizo Adán. Él se convirtió en la cabeza de la nueva y redimida raza de quienes viven sobrenaturalmente en Cristo, mientras que Adán, el primer hombre, fue la cabeza de la humanidad que cayó en el pecado.

LA BIBLIA ENSEÑA QUE JESUCRISTO ES EL SEGUNDO ADÁN

1 Corintios 15, 45: “Que por eso está escrito: ‘El primer hombre, Adán, fue hecho alma viviente’; el último Adán, espíritu vivificante”.



Se podrían dar muchos otros ejemplos de tipos bíblicos. Es importante comprender que el cumplimiento de un tipo (llamado “antitipo”) es mayor que el tipo. Jesucristo es infinitamente mayor que Adán; el Nuevo Testamento es mayor que el Antiguo; la Resurrección es mayor que las tribulaciones de Jonás, etc. Teniendo esto en mente, debemos ahora considerar los tipos de María, la madre de Jesucristo. Hay muchos tipos de María. Además de otras evidencias bíblicas, estos tipos proporcionan innegables pruebas bíblicas de la enseñanza católica acerca de María. Los siguientes puntos serán sin duda nuevos y sorprendentes para muchos no católicos.

ASÍ COMO CRISTO ES EL NUEVO ADÁN, MARÍA ES LA NUEVA EVA

Como ya se ha mencionado, Adán fue un tipo (prefigura) de Jesucristo. Hubo también una singular mujer que se involucró con Adán, el primer hombre, en la caída del mundo en el pecado. Ella fue Eva, la primera mujer. Fue la transgresión de Adán lo que constituyó el pecado original. Pero Eva estuvo vinculada de manera fundamental e inextricable a los acontecimientos que condujeron al pecado original. La mujer (Eva) pecó y fue la que condujo a Adán al pecado.

Génesis 3, 1-6: “Pero la serpiente, la más astuta de cuantas bestias del campo hiciera Dios el Señor, dijo a la mujer: ‘¿Con que os ha mandado Dios que no comáis de los árboles todos del paraíso?’ Y respondió la mujer a la serpiente: ‘Del fruto de los árboles del paraíso comemos, pero del fruto del que está en medio del paraíso nos ha dicho Dios: No comáis de él, ni lo toquéis siquiera, no vayáis a morir. Y dijo la serpiente a la mujer: ‘No, no moriréis; es que sabe Dios que el día que de él comáis se os abrirán los ojos y seréis como Dios, conocedores del bien y del mal’. Vio, pues, la mujer que el árbol era bueno para comerse, hermoso a la vista y deseable para alcanzar por él sabiduría, y tomó ella de su fruto y comió, y dio también de él a su marido, que también con ella comió”.

Así como la mujer (Eva) estuvo íntimamente involucrada en los eventos que condujeron al pecado original, hay una mujer que está íntimamente involucrada en los eventos que condujeron a la Redención. Esa mujer es María, la madre de Jesucristo. Ella es la nueva Eva.

Hay numerosos claros paralelismos en la Biblia entre Eva y María. Esto demuestra que María es la nueva Eva, así como Cristo es el nuevo Adán.

EVA SE COMUNICÓ CON, CREYÓ Y OBEDECIÓ A UN ÁNGEL CAÍDO (LA SERPIENTE) –

MARÍA SE COMUNICÓ CON, CREYÓ Y OBEDECIÓ A UN ÁNGEL BUENO (GABRIEL)







Génesis 3, 4-6: “Y dijo la serpiente a la mujer: No, no moriréis… y [Eva] tomó de su fruto y comió…”.

Lucas 1, 26-38: “… fue enviado el ángel Gabriel de parte de Dios a una ciudad de Galilea… a una Virgen… y el nombre de la Virgen era María. Y presentándose a ella le dijo: Salve, llena de gracia, el Señor es contigo… El ángel le dijo: No temáis, María, porque has hallado gracia delante de Dios, y concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús… Dijo María: He aquí la sierva del Señor, hágase en mí según tu palabra. Y se fue de ella el ángel”.

Eva se acercó a la serpiente (el diablo), un ángel caído. Eva creyó en sus palabras mentirosas y desobedeció a Dios. Eva pecó e hizo que su marido pecara, sumergiendo al mundo en la muerte.

Gabriel, un ángel bueno, se presentó a María. María creyó en su mensaje de salvación; que ella era bendita entre las mujeres, llena de gracia, y daría a luz al Salvador. María obedeció a Dios, ella consintió en la concepción de Jesucristo en su seno, y permitió que Él viniera y redimiera al mundo del pecado de Adán.

Incluso en la Iglesia muy antigua, estos paralelos bíblicos fueron reconocidos como identificando a María como la nueva Eva, al igual que Jesucristo es el nuevo Adán. San Irineo fue un famoso Padre apostólico del siglo II. Él contrasta la primera Eva con la segunda Eva (María).

San Irineo, Contra las Herejías, Libro III, cap. 22, 185 d.C.: “En conformidad con este diseño, María la Virgen fue obediente, diciendo: He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra (Lucas, 1, 38). Pero Eva fue desobediente; porque ella no obedeció cuando aún era virgen… Y así fue también que el nudo de la desobediencia de Eva fue desatado por la obediencia de María. Porque lo que la virgen Eva tenía atado, por incredulidad, fue lo que la Virgen María desató por la fe”.











http://www.primeraluz.org/index.php?option=com_content&view=article&id=396:maria-en-el-antiguo-testamento&catid=72:virgen-maria&Itemid=416
http://www.centroevangelisticocr.com/est_mariant.php
http://es.catholic.net/op/secciones/8/mariologia-todo-acerca-de-maria.html
http://www.cofradiaveracruzlagartera.es/wp-content/uploads/2015/03/5.6-SANTA-BIBLIA.pdf